¿Cómo hacer un árbol genealógico?

Es fácil comprender por qué ha trascendido la imagen evocadora del árbol como símbolo de la familia: un ser vivo que crece, con raíz, tronco (la primera generación de la familia), ramas de las que van naciendo otras ramas (la segunda generación y sucesivas) y una savia común que alimenta todo. El árbol genealógico es el núcleo de nuestra investigación familiar y toda una labor policiaca.

Cómo hacer un árbol genealógico, paso a paso

Lo primero que necesitamos para empezar a hacer nuestro árbol genealógico, obviamente, es recoger los datos de nuestra familia, hacer nuestra investigación genealógica.

El árbol genealógico  puede contener todos los datos de todas las generaciones de una familia o ser ascendiente (sólo con los datos de nuestros antepasados, hasta llegar a nosotros), o descendiente (con los datos a partir de nosotros, de nuestros hijos, nietos…).

También puede referirse sólo a la filiación y sucesión masculina, llamada también línea de sangre o linaje, o a la femenina, llamada también línea de ombligo.

Naturalmente, cuando se llega más allá de los bisabuelos o los tatarabuelos, el problema de exponer gráficamente las ascendencias de costados completas se hace prácticamente imposible. Todos tenemos un padre y una madre, dos abuelos y dos abuelas, cuatro bisabuelos y cuatro bisabuelas…Pero no hay que olvidar que ocho bisabuelos se convierten en 16 tatarabuelos, 32 cuartoabuelos y 64 quintoabuelos, de tal forma que, para la generación correspondiente a los inicios de la reconquista (principios del siglo VIII), deberíamos tener más de 34.000 millones de antepasados. Como es fácil de imaginar, no había tal cantidad de personas en toda España, por lo que es indiscutible que encontraremos una gran endogamia en toda la población, desde los soberanos de las más altas dinastías hasta las clases más humildes.

La solución más aceptable adoptada por los genealogistas para reseñar las ascendencias de costados es numerar a los antepasados con el denominado sistema Sosa-Stradonitz, numeración concebida por el genealogista español Jerónimo de Sosa y popularizada por el alemán Stephane Kikule von Stradonitz. Mediante su aplicación, se puede estableces sin límites la genealogía ascendente de un individuo.